La composición química del acero inoxidable está formada por carbono, magnesio, fósforo, azufre, silicio, cromo, níquel y molibdeno. La cantidad de cada uno de estos componentes será lo que determine el tipo de acero inoxidable ya sea de grado 304 o 316.
Debido a esta composición, y la presencia de níquel, el acero inoxidable no se oxida, por lo que, la aparición de pequeñas manchas o una tonalidad parecida a la oxidación se debe a un mal mantenimiento del acero inoxidable.
El acero inoxidable es un material resistente pero delicado, ya que si no se realiza un mantenimiento correcto puede provocar estas manchas, en post anteriores explicamos como llevar a cabo un mantenimiento correcto , lo principal que se debe tener en cuenta es que:
- El acero inoxidable hay que limpiarlo cada 6 meses.
- No se debe utilizar productos de limpieza abrasivos.
En el caso de que hayamos tenido un mal mantenimiento y hayan aparecido manchas deberemos eliminarlas, esto se puede conseguir de dos formas dependiendo del estado del material.